Confiar

Había pensado mucho en Ella durante la semana. El último sábado había sido intenso, y lo que era peor, todas las últimas veces que se habían visto la había encontrado frágil y vulnerable, y eso le atormentaba. Había empezado a escribirle un par de veces, pero sus frenéticas jornadas de trabajo no le dejaban tiempo ni tranquilidad para escoger las palabras; y por las tardes el tema podía volverse peligroso, tanto para el escritor como para la Receptora.

Así que se le habían pasado los días sin hacerle saber que se preocupaba por Ella, y cuánto le importaba. Su única esperanza era confiar en que Ella aún lo recordara, sin necesidad de que él se lo dijera, y que ese recuerdo le diera el consuelo y el apoyo que él quería enviarle. Quizás, si se veían el siguiente fin de semana tendría ocasión de decírselo, aunque lo veía complicado.

No le iba a quedar más remedio que cruzar los dedos y confiar en Sus sentimientos.