Esta mañana, mientras fregaba la loza de la cena de anoche, me ha venido de manera casual un bonito recuerdo. Fue una de las últimas veces que fui a entrenar a mi querido y difunto Sio2, y coincidí allí contigo (o fuimos juntos, no lo recuerdo). El caso es alguien me preguntó por el piso del pueblo, y yo conté y di detalles de cómo me organizaba e intentaba tenerlo recogido y limpio. Entonces me di la vuelta para dirigirme a otro lado, y se conoce que la otra persona hizo algún gesto en plan «claro claro, tienes tú una pinta de limpiar…», porque (gracias a mi célebre súper-oído) te escuché a ti decirle a esa persona que era verdad, que tenía que ver cuán limpia era yo capaz de dejar una cocina.
No quise decir nada en aquel momento, preferí hacerme el loco, pero lo cierto es que pocas veces me he sentido mas ancho y orgulloso que aquel día, porque tú me valoraste y me ensalzaste. Tú, a mí. Uffff… Jajajaja.
Así que mira, tú seguramente no te acuerdes de esta chorrada, pero hay veces en que se consigue mucho con muy poco, y a ti eso se te da bien. Yo no puedo ser objetivo contigo, pero lo que es, es. Y tú eres maravillosa.
Y hasta aquí el episodio de hoy. Como despedida te cito el lema de la Compañía Easy (506th P.I.R. 101st Airborne División), protagonistas de la serie «Hermanos de Sangre»:
We stand alone together.