Poderosa

Apenas cruzaron un par de palabras; apenas cruzaron un par de miradas; y, sin embargo, la misma sensación de pérdida al despedirse.

No sólo era la mujer más bella y atractiva que había conocido en su vida, sino también la más poderosa: cualquiera de sus actos, por acción o por omisión, ya era todo un mundo para él. Para bien o para mal, por suerte o por desgracia, Ella siempre iba a ser Ella.