Qué difícil iba a ser… Aparentar normalidad, guardar silencio, mantener la distancia, bloquearlo todo. No sabía qué pensaba Ella, no sabía qué quería Ella, no sabía qué sentía Ella. Y de eso se trataba, de no saber; porque solo sin saber, sería capaz de superarlo, de dejar de amarla sin control.
Pero mantener una conversación «formal» con Ella cuando su interior era una auténtica zona catastrófica, era realmente complicado, como había sucedido aquella misma mañana: él no era así, él no podía ser hipócrita. Y Ella… Ella siempre iba a ser Ella.