Menos

Cada vez quedaban menos dudas. Ella ya no le seguía soñando; él ya no le hacía sentir como el viento; Ella ya no le iba a reservar un asiento a Su lado; ya no iban a estar a dos pasos de la casa del otro; si historia ya no seguiría estando precisamente inacabada; no iba a haber más magia, ni más llamas, ni todo iba a comenzar de nuevo; él besaría el suelo de nuevo, y aunque llegaría a sentirse mejor, no iba a ser hoy; recorrería el largo camino hacia abajo, sin más razones para luchar; no le pediría que le recordara, ni que le acompañara al sitio de su recreo, ni que Ella fuera su medicina, ni él su remedio; sería siempre diciembre para él, y aunque Ella nunca lo supiera, los recordaría siempre de aquella manera: sonriendo y mirándose a los ojos, con el mundo detenido a su alrededor.

Cada vez quedaban menos dudas. Cada vez quedaban menos esperanzas. Cada vez quedaba menos de todo.