Llevaba un par de días con la necesidad de escribir, pero no encontraba sobre qué hacerlo: podía escribir sobre que seguía soñando con Ella casi a diario, pero no recordaba los sueños; podía escribir sobre lo espectacularmente preciosa que estaba la última vez que la vio, pero le faltaban las palabras para expresarlo; podía escribir sobre que cada nueva canción que descubría parecía escrita por y para ellos, pero de nada serviría si Ella no la escuchaba también; podía escribir sobre cómo se moría por mandarle mensajes desde el destierro cada hora, pero que nunca enviaba por temor a Su rechazo.
Podía escribir sobre su incapacidad para dejar de amarla, la misma incapacidad que para aceptar que aquella historia había terminado hacía tiempo.