De vez en cuando había una tarde de aquellas en las que entrenaban juntos, corrían juntos, incluso les tocaba juntos de pareja de ejercicios; de aquellas en que reían a carcajadas, en que se contaban sus cosas y se sentaban a estirar uno cerca del otro; de aquellas tardes en que Ella le regalaba una de Sus miradas electrizantes, y él se esforzaba el doble sólo por si Ella volvía a mirarle.
Una de aquellas tardes en que volvía a sonreír, y casi incluso a soñar.