Lujo

No quería volver a cometer el mismo error de dejarse llevar por la capacidad conspiranoica de su mente, y por ello dio dos tirones de su cable de seguridad antes de permitirse pensar en que, tras un breve espacio de cercanía entre ambos, Ella volvía a dar dos pasos hacia atrás y ponía tierra de por medio. Como no lo comprendía, decidió dejarlo correr e ignorar la punzada de rabia e impotencia que ya conocía.

Desde luego que Su distancia embarraba aún más unas fechas ya complicadas para él, pero bastante tenía con mantenerse a flote como para zambullirse de nuevo en otra marejada: si Ella quería distanciarse de nuevo de él, no se opondría. Y si no, quizá fuera Ella quien le pidiera explicaciones a él.

Porque tenía muy claro que no podía volver a cometer el mismo error de dejarse llevar por la sombra de la angustia y la ausencia, no podía permitirse aquel lujo.