Aterrado

Estaba aterrado. Su vida real estaba a punto de desmoronarse, y su vida imaginaria se había hecho añicos otra vez, tan pequeños en esta ocasión que posiblemente  le fuera imposible recomponerlos. Había que tener agallas para cambiar de dirección y adentrarse en lo desconocido, pero cuando había que enfrentarse al Vacío…

Y, por desgracia para él, aquello era lo único que lograba ver ante él: un inmenso Vacío.