Escribir. Debería dejar de escribir, pero no podía dejar de escribir. ¿Dónde iba a encontrar consuelo, sino en su Refugio Perdido? ¿Dónde iba coger oxígeno, sino en aquel reducto fuera del mundo, en el que podía dar rienda suelta a sus sentimientos, a sus miedos o a sus frustraciones? ¿Dónde iba a seguir esperándola, sino en el único lugar seguro para ambos?
Escribir. No podía dejar de escribir, pero debería dejar de escribir.