Sólo Ella era capaz de cautivarle con su sola presencia. Sólo Ella podía lucir aquella figura espectacular como si no pasara nada. Sólo Ella lograba que arreglarse con semejante clase y estilo pareciera sencillo. Sólo Ella conseguía resplandecer como una superestrella tomando una caña en una tasca a mediodía.
Sólo por Ella, y pese a saber que todo estaba perdido, era él capaz de seguir soñando.