Ocho

Ocho palabras, ocho. Eso fue todo lo cruzaron. Las tres frases ingeniosas, la felicitación atrasada y otra de sus alocadas propuestas murieron en sus labios sin llegar a tener la oportunidad de ser pronunciadas. Casi dos semanas anhelando verla, para ocho palabras.

Cómo odiaba los días como aquel.