Poder verla, aunque fuera a distancia, ya era un regalo. Si, además, lograba cazar una mirada furtiva de Ella, sonreiría durante horas.
Ya vendrían después los demonios de la Noche a destrozarlo todo y a desgarrar su corazón.
Poder verla, aunque fuera a distancia, ya era un regalo. Si, además, lograba cazar una mirada furtiva de Ella, sonreiría durante horas.
Ya vendrían después los demonios de la Noche a destrozarlo todo y a desgarrar su corazón.