No le quedaba más remedio que volver. Había tratado de retorcer su camino para alejarse, pero al igual que el agua siempre acaba volviendo a su curso antiguo y milenario, los sentimientos siempre acaban enderezando los caminos.
No le quedaba más remedio que volver. Había tratado de retorcer su camino para alejarse, pero al igual que el agua siempre acaba volviendo a su curso antiguo y milenario, los sentimientos siempre acaban enderezando los caminos.