Cansado de sufrir, aprendió a resignarse y a pasar página con cada uno de los quistes de su corazón. Era cierto que dolía menos en cada ocasión, pero también lo era que nunca podría borrar las cicatrices.
Cansado de sufrir, aprendió a resignarse y a pasar página con cada uno de los quistes de su corazón. Era cierto que dolía menos en cada ocasión, pero también lo era que nunca podría borrar las cicatrices.