Él la hacía reír, y ella posaba una furtiva mano en su brazo unos instantes. No era mucho, pero sabiendo que lo tenían todo perdido, cualquier mínimo gesto les parecía una tremenda victoria.
Él la hacía reír, y ella posaba una furtiva mano en su brazo unos instantes. No era mucho, pero sabiendo que lo tenían todo perdido, cualquier mínimo gesto les parecía una tremenda victoria.