Nada estaba como tenía que estar, su vida parecía una partida de dominó jugada por un cuarteto de ciegos. Pero lo peor de todo era el titánico esfuerzo que le costaba sonreír.
Nada estaba como tenía que estar, su vida parecía una partida de dominó jugada por un cuarteto de ciegos. Pero lo peor de todo era el titánico esfuerzo que le costaba sonreír.